Trabajar la Tierra

Lo mejor sería ir diariamente al huerto ya que se deben de quitar todas las malas hierbas que aparecen para que no le quiten los nutrientes a las plantas que se están cultivando. Las malas hierbas también se podrían eliminar utilizando herbicidas, pero esto implicaría añadir productos químicos a la tierra lo que igual no interesa.

Además de las malas hierbas, también se debe analizar el estado de las plantas para ver si tienen alguna enfermedad o les ha atacado algún parásito. Con más en detalle se determinarán algunas de ellas en el apartado “Enfermedades”.

Otro tema importante es el riego del huerto. Por lo general se suelen instalar sistemas de riego para que sea mucho más sencillo, como por ejemplo sistema de riego por goteo o a manta. La cantidad de agua que deben recibir las plantas depende mucho del tipo y de la climatología, ya que cuanto más calor, más agua necesitarán. Lo recomendable es regar o a primera hora del día o a última, a fin de que no se quemen con el calor y a ser posible con agua templada mejor que fría (de un bidón a temperatura ambiente, por ejemplo).

Algunas frecuencias de riego son: la tomatera recién plantada regarlo cada 48-72 horas y una vez está en producción cada 24 horas con una cantidad de un litro de agua por día. Por otro lado, el pimiento y la coliflor necesitan menos agua por lo que crecen bien con 0.5 litros cada 48 horas. Aunque todo esto depende sobre todo de la temperatura del ambiente y del tipo de planta.

También hay que tener en cuenta la poda de las plantas, ya que la tomatera necesita ser podada para poder crecer bien porque si no ramifica mucho y los tomates que produce son de pequeño tamaño, al igual que ocurre con los melones. Y luego ya viene de forma personal el trabajo que quiera dedicar cada uno a su huerto, poniendo cañas a las tomateras, a las judías verdes…